Oración de la Mañana
15 de octubre
EL MERCADER Y EL PRINCIPITO
Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacan la sed. Se toma una por semana y no se tiene más necesidad de beber.
- ¿Por qué vendes eso? –dijo el Principito.
- Es una gran economía de tiempo –dijo el mercader. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran 53 minutos por semana.
- Y, ¿qué se hace con esos 53 minutos?
- Se hace lo que se quiera.
- Yo, si tuviera 53 minutos para gastar, caminaría muy suavemente hacía la fuente.
Los misioneros saben que no pueden ir con prisas; saben que hay que “gastar” el estando junto a la gente, porque las personas son lo más importante.
REFLEXIÓN
- Si tuviéramos “53 minutos para gastar”, ¿qué haríamos?
- ¿Preferimos que nos den las cosas hechas o las descubrimos nosotros mismos?
- ¿En qué empleamos el tiempo libre?