Oración de la Mañana
16 de enero
Lectura del santo evangelio según San Juan
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».
PALABRA DEL SEÑOR
En este Evangelio, Juan el Bautista señala a Jesús y dice algo muy importante: «Este es el Cordero de Dios». Con estas palabras nos quiere decir que Jesús viene a salvarnos, no con la fuerza o el poder, sino con el amor, la entrega y la paz.
Juan reconoce que su misión era preparar el camino, pero que Jesús es mucho más: Él no solo bautiza con agua, sino que nos regala el Espíritu Santo, que cambia el corazón por dentro. Mientras el agua limpia por fuera, el Espíritu nos ayuda a ser mejores personas desde dentro: más justos, más solidarios, más capaces de amar.
Cuando el Espíritu baja sobre Jesús como una paloma, Dios nos está diciendo que Jesús es su Hijo y que en Él encontramos la luz para nuestra vida. Juan no se pone en el centro, sino que da testimonio y nos invita a mirar a Jesús y a seguirlo.
Este Evangelio nos recuerda que también nosotros estamos llamados a dar testimonio con nuestra vida: con nuestras decisiones, nuestras palabras y nuestra forma de tratar a los demás. Jesús sigue viniendo a nuestro encuentro para ayudarnos a vivir mejor y a hacer del mundo un lugar más humano y bueno.
PETICIÓN:
Señor Jesús,
Tú eres el Cordero de Dios que nos regala su Espíritu. Ayúdanos a abrir el corazón para dejarnos cambiar por dentro, a vivir con más amor, respeto y alegría, y a dar testimonio de Ti con nuestras acciones cada día.