Oración de la Mañana
21 de mayo
“Cuento de la Virgen María” (Leyenda de la Virgen Niña – Tiempo de Poesía)
Contaban las abuelas, y cuentan todavía, un recuerdo de la infancia de la Virgen María. Siendo niña, la Virgen fue al jardín a jugar. Florecieron las flores para verla pasar… La niña María las miraba y sonreía a todas. Las flores le ofrecieron sus mejores regalos: sus mejores olores, sus mejores colores… Habló la rosa, y dijo: A mí la primavera me ha coronado la reina de las flores… Si mil reinos tuviera, a la Virgen María se los ofrecería de regalo.
También, se asomaron a ver a María los lirios y las azucenas, blancos como la nieve pura. Las dalias y las tiernas campánulas, menuditas y bailarinas, saltaban de alegría, porque, al pasar, la Virgen también les sonreía. Todas las flores querían que María las escogiera y poder besarle la frente. Pero la niña María no escogió a ninguna. Dudaba… Las miraba a todas…, pero no se decidía. De pronto, casi ocultas debajo de las hojas, vio que había unas pequeñas flores, tan tímidas que apenas se escuchaban sus voces. Parecía que hablaban con Dios… Entonces, ya no dudó un instante. Las cogió, las acarició y las besó. Y las pequeñas florecillas se llenaron de felicidad. Las orgullosas dalias, azucenas, lirios, campánulas y rosas… se quedaron sorprendidas y aprendieron una gran lección: la Virgen no elige por los gestos de superioridad y orgullo, sino por los gestos de sencillez y cariño.