Oración de la Mañana

9 de junio

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (Mt 9, 9-13) 

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. 
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?” Jesús los oyó y les dijo: “No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. 

Reflexión 

En este evangelio hay dos cosas que Jesús nos invita a advertir. Una es que no lo tenemos todo y que somos gente necesitada, limitada por naturaleza y a menudo caprichosa, y por tanto en necesidad de un doctor o de sanación. La otra realidad que él nos pide considerar y creer es que si bien somos pobres, cada uno, como Mateo, está llamado /a para estar con Jesús como su compañero, o incluso como su amigo.