Oración de la Mañana

23 de junio

Lectura del santo Evangelio según San Mateo (Mt 10, 26-33) 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas. 

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo. 

¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo. 

A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos”. 

Reflexión 

El Evangelio nos recuerda que no debemos tener miedo a  nada, ni a nadie porque Dios está a nuestro lado, es nuestro apoyo en los momentos más difíciles. Este es un evangelio que nos invita al optimismo, a la esperanza, a sabernos amados y siempre protegidos. 

Todos tenemos miedos, unos más otros menos. Pero el miedo nunca debe dejarnos inmóvil, desesperanzados, porque el ser humano debe avanzar y tener la seguridad de que nunca le faltarán las fuerzas porque en la adversidad nunca está sólo.