Oración de la Mañana

14 de octubre

Lectura del santo evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:“Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».Y el Señor añadió:«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

 

Reflexión 

Jesús nos pone un ejemplo para que comprendamos que la oración debe ser insistente, constante, habitual: En un pueblo había un juez injusto. Una mujer viuda iba cada día a decirle: ¡Hazme justicia contra quien me trata mal! Pero el juez no la hacía caso. No obstante, ella insistía y todos los días le pedía justicia. Por fin, el juez, cansado de la mujer, atendió su reclamación. Si habláis a vuestro Padre Dios cada día os hará justicia. No os canséis.