Oración de la Mañana

26 de enero

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 

En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús lo increpó: «¡Cállate y sal de él!». El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. 

Reflexión 

Hoy vemos cómo Jesús enseña en la sinagoga y lo escuchan con asombro. En sus tiempos, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir. Se escuchaba. La transmisión de mensajes era, sobre todo, oral. Hoy es enorme la cantidad de medios de comunicación de los que disponemos pero, ¿cómo los utilizamos?, ¿para qué los utilizamos?  ¿cuánto tiempo estamos enganchados a esos medios? ¿qué palabras utilizas cuando mandas mensajes? ¿qué tipos de fotos o vídeos mandas? ¿son verdad o mentira? Señor, te pedimos que nos ayudes a utilizar palabras que no hagan daño a nadie y reflejen siempre la verdad. Solo así se hará posible tu reino de amor que quieres para todos.