
Oración de la Mañana
20 de mayo
FÁBULA PARA IMPACIENTES
Un mandarín a punto de asumir su primer puesto oficial, recibió la visita de un gran amigo que iba a despedirse.
- Sobre todo, sé paciente, – le recomendó su amigo – y de esa manera no tendrás dificultades en tus funciones.
El mandarín dijo que no lo olvidaría y dio gracias por el consejo. Su amigo le repitió tres veces la misma recomendación, y cada vez el futuro magistrado le prometió seguir su consejo.
Pero cuando por cuarta vez le hizo la misma advertencia, estalló y dijo:
“¿Crees que soy un imbécil? ¡Basta! Ya van cuatro veces que me has repetido lo mismo – Ya ves que no es fácil ser paciente, – le contestó su amigo con calma-. Lo único que he hecho es repetir mi consejo dos veces más de lo que es conveniente y ya has montado en cólera.
