Oración de la Mañana

6 de junio

Lectura del santo Evangelio según San Juan

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». 

 

Reflexión 

Puede haber momentos en los que los cristianos, seguidores de Jesús, sintamos temor y cerremos las puertas de nuestro corazón al Espíritu Santo. Pero esa no es la actitud propia del discípulo de Jesús. Si nos dejamos invadir por el Espíritu sentiremos la fuerza y amor del Padre. Ese amor nos dará una fuerza inmensa para cumplir nuestra misión ante los que sufren dolor, injusticia o abandono.