Oración de la Mañana

10 noviembre

 

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 2Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. 3Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; 4en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. 5El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. 6A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. 7Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. 8Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. 9Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. 10Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 11Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. 12Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. 13Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora». 

Reflexión 

Se compara, en el evangelio que hemos escuchado, el reino de Dios con un banquete, al que todos estamos invitados, pero no todos lo disfrutarán, porque habrá quienes decidan no presentarse o prepararse. Esta es la idea principal del evangelio de hoy: “debemos estar preparados”. No sabemos cuando será, pero todo este tiempo que tenemos de vida, debe servirnos para prepararnos para el banquete final. Te damos gracias Señor porque nos has invitado al banquete. Despierta en nosotros la inquietud por ir tu encuentro acompañados por los que tú más amas. Que seamos capaces de llegar algún día a tu reino.