Oración de la Mañana
19 de noviembre
DOS VAGUBUNDOS Y UN PELIGRO
En un bosque cercano a una gran ciudad, vivían dos vagabundos, cada uno en su chabola. Uno era ciego y el otro cojo.
A pesar de ser vecinos, hacía tanto tiempo que habían dejado de hablarse que ninguno de los dos recordaba por qué. Quizá se habían peleado por algún resto de comida, por una moneda o por una manta vieja. O quizás se habían alejado sin motivo.
Una noche estalló una tormenta terrible y un rayo cayó sobre un árbol. Este empezó a arder. En un minuto, el fuego pasó a otro árbol, y a otro, y a otro… Pronto, el bosque entero se convirtió en una hoguera. ¡Todo se quemaba!
El cojo se dio cuenta de que no podía escapar, porque el fuego era mucho más rápido que él. ¡No podría correr lo suficiente para salvar la vida! El ciego sabía que sus piernas eran muy rápidas, pero sus ojos eran incapaces de ver ningún camino.
La muerte los acechaba y los dos podían olerla. El miedo hizo entonces que pensaran, porque eso es lo que pasa cuando uno se enfrenta a algo tan serio.
El cojo tuvo una idea y empezó a gritar, llamando a su vecino. El ciego, guiándose por sus palabras, llegó hasta la puerta de su cabaña y le preguntó qué quería.
-Tú puedes correr y yo puedo ver… ¡Los dos juntos podemos salvarnos!
Dicho y hecho: el cojo subió a la espalda del ciego, que tenía unas piernas fuertes, y empezó a guiarle a través del humo y de las llamas. Corrieron tato que lograron dejar atrás el fuego y el bosque.
Poco después, ya en la ciudad y a salvo, los dos celebraban su buena suerte… ¡y la nueva amistad que había nacido aquella noche! A partir de aquel día, iban juntos a todos lados, riendo y hablando como viejos conocidos.
El miedo a morir los había unido para vivir.
REFLEXIÓN
Los japoneses dicen: “Nadie es tan fuerte como todos nosotros juntos” Cuando te encuentres en apuros, puede que te sientas débil o desprotegido, pero piensa que también los demás tienen sus miedos y limitaciones.
Por eso debes concentrarte en tus fortalezas, como el cojo y el ciego.
Si sabes qué eres bueno y aprendes a ver las virtudes de los demás, juntos podréis hacer grandes cosas.