Oración de la Mañana
20 de febrero
Tú eres el protagonista
El director de una película de cine está ocupado en la tarea de escoger una actriz para protagonista de la película. Está sentado frente a su mesa de trabajo, sobre la cual hay docenas de fotografías facilitadas por los agentes cinematográficos. Al cabo de un rato, escoge una de ellas, la contempla detenidamente y dice a su secretaria: «Sí, esta es la actriz que necesito, llámela y cítela aquí mañana».
Ni que decir tiene que hay una inmensa diferencia entre un director cinematográfico y Dios, entre Hollywood y el Cielo. Con todo, a través de este ejemplo podemos hacernos una idea de la razón de ser de nuestra existencia. Allá, en lo más profundo de la eternidad, Dios planeó el universo entero y escogió a los protagonistas del gran argumento que habría de desarrollarse hasta el fin de los tiempos. Ante Él fueron desfilando las fotografías ilimitadas en número que él podía crear.
Cuando se topó con tu imagen, se detuvo y dijo: «Quiero darle mi vida a esta persona, para que sea feliz. La necesito para que desarrolle un papel único, personal, y luego, goce de mi presencia durante toda la eternidad… Sí, la voy a crear». Ahora ya sabes cuál es tu misión. Eres el protagonista de que tú hagas o dejes de hacer lo que Dios ha pensado para ti y de que muchas personas sean felices o no. Tus amigos necesitan que les ayudes a conocer a Jesús.
REFLEXIÓN:
En consonancia con el lema de este año, plantéate cuál es tu papel en esta maravillosa película. Agradece la vida que tenemos y también la que nos rodea. Da gracias por todos los brotes de vida, por quienes curan y sanan, por quienes desde su sufrimiento o dificultad testimonian pasión por la vida. Alaba al Señor por los pequeños y grandes signos de resurrección en nuestro mundo ¡Confía en él!