Oración de la Mañana

16 de marzo

“SEÑOR, DAME ESA AGUA, ASÍ NO TENDRÉ MÁS SED” (Jn 4, 15) 

Hay veces en las que necesitas algo importante y haces todo lo posible por conseguirlo. Jesús nos ofrece ese algo importante y lo único que tienes que hacer es escucharle. Fíjate lo que le ocurrió a Jesús con una mujer de Samaría. 

REFLEXIÓN: 

Jesús, cansado del camino, se sienta descansar en el pozo a la hora más calurosa del día encontrándose con una mujer. Jesús le ofrece un agua viva con la que ya no volverá a tener sed. La mujer descubrirá después, que Jesús no se refería a saciar una sed física sino una espiritual. 

Jesús nos ofrece, a través de su Palabra, un agua viva que no es otra cosa que descubrir a Dios en nuestras vidas, descubrir la paz verdadera en el encuentro con Él. 

Muchas veces ponemos nuestro empeño en encontrar la felicidad en cosas que realmente no nos dan. 

¿Dónde buscas la felicidad? 

¿Sinceramente, es ahí donde la encuentras? 

Reflexiona en esta Cuaresma tus prioridades. ¿Son las mismas que Jesús me propone?