Oración de la Mañana

Hoy comenzamos este día sabiendo que seguimos caminando juntos por el tiempo de Cuaresma, ese tiempo especial que la Iglesia nos regala para detenernos, revisar cómo estamos viviendo y abrirle espacio a Dios para que transforme nuestro corazón. 

A veces, sin darnos cuenta, nos dejamos llevar por críticas, juicios, enojos o indiferencias. Y es fácil encerrarnos en nosotros mismos, compararnos con los demás o señalar sus errores. Pero hoy Jesús nos recuerda algo fundamental: si queremos parecernos a Dios, tenemos que aprender a mirar como Él mira, con compasión, con paciencia, con perdón. 

En el Evangelio de este día, Jesús nos dice con claridad: 

«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.» (Lucas 6, 36-37) 

Estas palabras nos invitan a vivir este día con un corazón abierto, sin cargarnos de juicios ni de críticas, sino buscando comprender, perdonar y acompañar a quienes nos rodean. 

Y como nos enseña el Salmo 50 (51), cuando sentimos que no damos lo mejor de nosotros, podemos acudir al Señor y decirle: 

“Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva dentro de mí un espíritu firme.” 

Hoy te propongo que hagamos juntos esta oración para pedirle a Dios que nos ayude a vivir así, con un corazón limpio y compasivo. 

 Oración

Que pueda mirar a cada persona que encuentre hoy con tus ojos,
escuchar con atención, ayudar con alegría
y perdonar de verdad cuando algo no me guste o me lastime. 

Gracias, Señor, porque nunca te cansas de mí,
y siempre me das otra oportunidad para empezar de nuevo.
Que tu Espíritu me sostenga durante todo este día. 

Amén.