Oración de la Mañana

4 de junio

El agradecimiento 

Un día los pies se rebelaron contra el resto del cuerpo: 

—La mayor carga sobre todo la llevamos nosotros; donde quiera que el cuerpo desee ir, allí le debemos conducir. 

Precisamente ese día, el cuerpo estuvo en tres lugares diferentes, para los cuales realizó largas caminatas, que agotaron más a los quejumbrosos pies. 

—¡Dicho está! ¡Caminar sin refunfuñar! 

Sin embargo, en las horas de la noche, el cuerpo sumergió a los pies en un barreño con agua tibia; los enjuagó con un líquido medicinal; los fregó con una piedra suavizante y les aplicó un polvo reconfortante. Estos productos los había conseguido en las tres caminatas. 

Al verse abrumados, los pies se sintieron muy descansados y recompensados; aprendieron la eterna lección: al final todo esfuerzo traerá su recompensa. 

Este cuento nos muestra la importancia de ser agradecidos. El agradecimiento no solo implica decir gracias, sino valorar lo que otros hacen por nosotros. 

Aquí el cuerpo reconoce el trabajo diario de los pies, que le permiten ir de un lugar a otro. Como muestra de agradecimiento, el cuerpo regala un delicioso baño de agua tibia a los pies y los trata con mucho cariño.