Oración de la Mañana

23 de septiembre

Reflexión

Señor ,  

¡Cuántas veces quisiéramos tener una varita mágica para poder cambiar aquello que nos resulta imposible! 

¡Cuántas veces nos sentimos impotentes y soñamos con ser magos para resolverlo todo al instante!  

A veces es fácil refugiarnos en esa fantasía… pero hoy nos recuerdas que las varitas mágicas no existen, aunque los milagros sí.  

Milagros que no son cosa de unos pocos privilegiados, sino que están a nuestro lado_ en las personas que nos acompañan, en quienes se preocupan por nosotros, en quienes nos sostienen cuando flaqueamos.  

También nosotros podemos hacer milagros con pequeños gestos de amor, con palabas que animan, con la capacidad de compartir alegrías y dolores.  

¿No es ya un milagro estar vivos, respirar, pensar, contemplar la luz del día y la belleza de la noche? 

Señor, ayúdanos a descubrir cada día los milagros que nos rodean. Haz que nuestra “varita mágica” sea el corazón abierto, capaz de sacar lo mejor de nosotros y de acompañar a los demás en cualquier situación.  

Así sea.  

                                                                                                    (Adaptado de Reflejos de luz)