Oración de la Mañana

29 de octubre

Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente 

Concéntrate en tu respiración 

Deja que el silencio me envuelva. 

Hoy, el tiempo se vuelve sagrado. 
Hoy, la memoria se transforma en oración. 

Pienso en los que han partido… 
en sus rostros, sus voces, sus gestos… 
y los dejo entrar, suavemente, en este momento de paz. 

No están lejos. 
Están en Dios. 
Y en Dios, todo está cerca. 

También pienso en los santos… 
en los conocidos, y en los ocultos… 
en los que vivieron con fe sencilla, 
y en los que brillaron con luz intensa. 

Ellos caminan delante de mí, 
como faros en la noche, 
como huellas en la arena del alma. 

Hoy, me uno a ellos. 
A los que ya descansan… 
y a los que ya contemplan. 

Señor guíame hacia la comunión con los santos, 
y hacia el consuelo de saber 
que la muerte no es final, 
sino umbral. 

Descanso en la certeza 
de que el amor no muere, 
y que en Dios, todo permanece.