Oración de la Mañana

13 de noviembre

EL HIMNO COTIDIANO 

En este nuevo día 

que me concedes, Señor, 

dame mi parte de alegría 

y haz que consiga ser mejor. 

Dame Tú el don de la salud, 

la fe, el ardor, la intrepidez, 

séquito de la juventud; 

y la cosecha de verdad, 

la reflexión, la sensatez, 

séquito de la ancianidad. 

Dichoso yo si, al fin del día, 

un odio menos llevo en mí; 

sin una luz más mis pasos guía 

y si un error más yo extinguí. 

Y si por la rudeza mía 

nadie sus lágrimas vertió, 

y si alguien tuvo la alegría 

que mi ternura la ofreció. 

Que cada tumbo en el sendero 

me vaya haciendo conocer 

cada pedrusco traicionero 

que mi ojo ruin no supo ver. 

Y más potente me incorpore, 

sin protestar, sin blasfemar. 

Y mi ilusión la senda dore, 

y mi ilusión me la haga amar. 

Que dé la suma de bondad, 

de actividades y de amor 

que a cada ser se manda dar: 

suma de esencias a la flor 

 

y de albas nubes a la mar. 

Y que, por fin, mi siglo engreído 

en su grandeza material, 

no me deslumbre hasta el olvido 

de que soy barro y soy mortal. 

Ame a los seres este día; 

a todo trance halle la luz. 

Ame mi gozo y mi agonía: 

ame la prueba de mi cruz. 

 

Gabriela Mistral. Aingeru Castaños. “En tu nombre”, p. 220